No pierdas tú esperanza.

Esperanzas, dicen y pienso que es lo último que se pierde. Conozco la historia, la de la caja de pandora, que al abrirla se desataron todas las emociones y quien se quedo en la caja y salio al final, fue la esperanza, qué miraba con su cara de paz y tranquilidad.

Tiendo a creer en que las personas cambian, muchas lo hacen y así como otras no y te decepcionan, pero todo tiene solución, siempre he creído en ello y siempre lo haré.

El día de hoy puedo agradecerle a una persona, una muchacha que puso sus esperanzas en mí, y ver sus lágrimas y abrieron los ojos, y hicieron que me diera cuenta, que puedo más, que puedo seguir ayudando a las personas y que depositen aún que sea un pequeño pedacito de su esperanza en mí y quizás crezcan y descubran una vez más quienes son. Así como lo hice yo alguna vez.