Enamorada de la muerte.

Siempre quise a alguien como tu, y de un día para otro sin explicación alguna te encontré, o más bien tu me encontraste, pero solo me entregaste una mirada llena de ternura que escondía demasiadas cosas, que al mirarte no podía descifrar. Cuantas veces pasaste a mi alrededor, pero jamás me di cuenta de tu presencia, hasta ahora que ya te perdí... y es tarde para hacer algo. Las noches cada vez son más oscuras al soñar contigo, pero no entiendo... ¿todos me olvidan, y solo con un beso tuyo todo vuelve a la normalidad? la verdad en mis sueños siempre me salvas... pero lo que no comprendí nunca fue si debía aprender de ti o tu de mí. Y ahora ya no estás... te fuiste y me dejaste mirando al vacío, sin poder perderme en tus ojos, que no me permitían leerte, sin tener porque avanzar, si se que daré la vuelta y ya no estarás tu, para hacer notar el resto. Pero no fue hasta el final de todo, que me di cuenta, que el destino nos ligaba, nos unía cada vez que tenia oportunidad, pero nosotros ciegos por el miedo, no quisimos ver.
Aquel día que llamaste a mi, y sin esperar que fueras tu, fui al lugar que me citaste, y pusiste en mis manos un arma, pensando con frialdad te pregunté si eso querías ¿acabar con mi vida? te dije que no importaba, si después de todo esa no era vida, a lo que respondiste con tu indiferente mirada, no es lo que haré con ella, es lo que pasó, mírame bien, ya que toda la vida he estado muerto buscándote amor.